A veces se confunde la ALERGIA A LA PROTEINA DE LA LECHE DE VACA (APLV) con la INTOLERANCIA A LA LACTOSA y realmente son cosas diferentes que si no lo tenemos claro no podremos saber como actuar.
INTOLERANCIA A LA LACTOSA.
La intolerancia a la lactosa significa como dice su propio nombre que el organismo no tolera la lactosa porque no es capaz de digerirla, de metabolizarla.
La LACTOSA es el azúcar que lleva la leche, es un disacárido, compuesto por dos azúcares simples: GLUCOSA y GALACTOSA.
Para digerir este azúcar necesitamos disociar (separar) la lactosa en glucosa y galactosa y de esto se encarga una enzima llamada LACTASA.
Es una enzima que se produce en el intestino delgado de los mamíferos.
La intolerancia a la lactosa se produce cuando el intestino delgado no es capaz de sintetizar suficiente lactasa (o no la sintetiza) y esto hace que no pueda metabolizar (digerir) la lactosa presente en la leche tanto materna como leche de vaca (fórmula).
Esta lactosa que el intestino delgado no ha sido capaz de digerir pasa al intestino grueso y llega al colon al no haber sido absorbida en el intestino delgado. Al llegar al colon y entrar en contacto con las bacterias que colonizan el colon es cuando comienzan a aparecer los síntomas:
Distensión abdominal
Cólicos abdominales
Diarrea
Gases (flatulencia)
Náuseas
Esta intolerancia suele aparecer en la edad adulta como consecuencia de ciertas enfermedades y diferentes factores de riesgo, que ahora no vamos a tratar ya que nos vamos a centrar en los bebés, aunque es menos común.
En recién nacidos es posible, pero poco frecuente, una intolerancia a la lactosa congénita (heredada)
Se trasmite de una generación a otra cuando ambos, el padre y la madre, trasmiten genéticamente esta incapacidad de metabolizar lactasa, es un gen recesivo.
*Se han detectado muy pocos casos en el mundo (40), la mayoría de ellos curiosamente en Finlandia (16). Es imprescindible prescribir una dieta sin lactosa al lactante para evitar lesiones y complicaciones graves en su desarrollo. (*lactosa.org)
Los bebés nacidos a término con esta afección genética, con frecuencia no muestran signos del problema antes de los 3 años de edad.
Puede suceder una intolerancia transitoria en bebes pretérmino (prematuros) ya que la lactasa se empieza a sintetizar a nivel intestinal al final del embarazo, puede que nazcan con bajos niveles de lactasa dependiendo de su edad gestacional.
La lactasa es el último enzima en aparecer y madurar en el bebé a punto de nacer.
Muestra su máxima actividad en el momento del nacimiento y durante el periodo de lactancia y empieza a declinar tras el destete.
También pueden causar esta intolerancia infecciones del intestino delgado y diarreas infecciosas en niños, en este caso será una intolerancia transitoria.
En resumen, la intolerancia a la lactosa (IL) en recién nacidos es genética y muy poco frecuente. Si se diagnostica hay que retirar le leche (tanto materna como de vaca) de la dieta del bebe y ofrecerle fórmulas libre de lactosa generalmente de origen vegetal.
Si es una intolerancia a la lactosa transitoria debida a una diarrea infecciosa por ejemplo, se recomienda continuar con lactancia materna, esto ayudará a superar la diarrea junto al tratamiento prescrito por el pediatra en caso de que sea necesario. Consultar al pediatra en caso de diarrea.
APLV - ALERGIA A LA PROTEINA DE LA LECHE DE VACA
A diferencia de las intolerancias, las reacciones alérgicas están mediadas por una RESPUESTA INMUNOLÓGICA a algo que nuestro organismo detecta como alérgeno, como extraño, en este caso ciertas proteínas que se encuentran en la leche de vaca.
Puede ser una respuesta del sistema inmune específica (mediada por IgE) o inespecífica (no mediada por IgE). La primera tendrá una respuesta en las dos primeras horas después de haber ingerido el alérgeno. La segunda tendrá una respuesta más tardía.
Ojo y digo alergia a ciertas proteínas que se encuentran en la leche de vaca, no en la leche materna.
Veamos esto, la leche materna tiene proteínas que contiene la leche de vaca si la madre toma leche de vaca, sino no.
La leche materna contiene componentes que se sintetizan en la propia glándula mamaria (por los lactocitos) y componentes que se filtran desde la sangre materna. Los que se sintetizan en la propia glándula siempre estarán presentes en la leche materna independientemente de los hábitos alimenticios de la madre, como por ejemplo la lactosa.
En cambio, algunos componentes de la leche materna filtrados del torrente sanguíneo, pueden ser eliminados si restringimos su ingesta, evitamos su presencia en sangre y así su filtrado a la leche materna, como las proteínas de la leche de vaca.
Por esta razón la APLV tiene una incidencia mucho menor en lactantes alimentados con LME (lactancia materna exclusiva) que en alimentados con leche modificada de vaca o lactancia artificial. No es lo mismo tomar leche materna que contiene *mil veces menos de proteínas de leche de vaca (caseína, alfa-lactoalbúmina, beta-lactoglobulina...) que tomar leche de vaca que contiene todas sus proteínas.
*El libro de la lactancia (Dr. José María Paricio)
Al exponer el intestino de un bebé a los pocos días de nacer a fórmula de leche de vaca modificada, predispone a la sensibilización y mayor riesgo de alergia a las proteínas de la leche de vaca en un futuro. Esto sucede por la la inmadurez intestinal del recién nacido, su intestino inmaduro es permeable a grandes moléculas y deja pasar proteínas de leche de vaca ingeridas en la leche de fórmula.
Los SÍNTOMAS de la APLV son diversos y pueden afectar a varios sistemas orgánicos: piel, aparato digestivo o el respiratorio, lo que puede dar lugar a erupciones cutáneas, eccemas, vómitos, diarrea, cólicos...
*Puede producirse una reacción alérgica inmediata (respuesta mediada por la inmunoglobulina E), antes de las dos horas de haber ingerido un alimento puede aparecer eczema alrededor de la boca o en toda la piel en forma de urticaria, vómitos, diarrea, palidez, dificultad respiratoria, alteraciones del ritmo cardíaco, desvanecimiento y colapso, que se conoce como anafilaxia.
Pude darse una reacción más lenta o tardía (no mediada por IgE) y puede manifestarse como una enterocolitis aguda o subaguda, una enteropatía crónica o una proctocolitis hemorrágica del lactante. Algunos casos de reflujo gastroesofágico, de estreñimiento y de cólicos del lactante.
*El libro de la lactancia (Dr. José María Paricio)
En lactantes alimentados con fórmula, será necesario evitar las proteínas de la leche de vaca para eliminar los síntomas de la APLV, el pediatra indicará cual es la fórmula más adecuada en cada caso, fórmulas con proteínas hidrolizadas o bien una fórmula que no contiene proteínas de leche de vaca, como son las denominadas fórmulas con aminoácidos (o elementales) o las fórmulas vegetales.
En caso de LME (lactancia materna exclusiva) se recomienda que la madre excluya todas las proteínas de la leche de su dieta. Esto no siempre es fácil, a veces no basta con no tomar lácteos, sino que hay que hacer una dieta más restrictiva excluyendo todos los alimentos procesados que llevan leche de vaca en su composición.. Si los síntomas del bebé no remiten, debemos acudir de nuevo al pediatra.
*La proctocolitis hemorrágica del lactante es la forma más frecuente de reacción alérgica tardía a alimentos en lactantes amamantados, la proteína más frecuentemente implicada es la proteína de la leche de vaca, presentan deposiciones con sangre roja y a veces mucosidad (entre los 3 y 6 meses de edad). Normalmente los lactantes que han tenido proctocolitis hemorrágica toleran la leche de vaca antes del año de edad.
*El libro de la lactancia (Dr. José María Paricio)
En este cuadro resumen se ve muy bien la difercia entre IL y APLV, diferente origen, causa, síntomas. población a la que afecta y tratamiento. Lo que quiero matizar es que en el tratamiento de la APLV contemplamos como tratamiento de elección la eliminacíon de lacteos y leche de vaca de la alimentación de la madre en caso de LM (lactancia materna).
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